Un año más, me he embarcado en una emocionante aventura fotográfica. Después de explorar Vietnam el año pasado y haber capturado la belleza de los Balcanes y Marruecos en viajes anteriores, este año me he sumergido en los encantos de Rumanía.
Aunque el foco del viaje era hacer “fotos, fotos, fotos” que diría mi buen amigo Rober, es inevitable que cada destino se convierta en una parte más del álbum musical de mi vida. ¿Me acompañas? Inevitablemente relacionaré cada escena con la letra o el título de una canción que resuene con la emoción y el significado de cada momento. Vamos allá; a por la BSO de nuestro viaje fotográfico por Rumanía.
La víspera de viajar a Rumanía.
Para mi el viaje empezó de víspera. Esa noche previa a nuestro viaje a Rumanía tuvimos un primer reencuentro con Sergio (entre otros), que además de ejercer en días siguientes como eficaz Tour líder, se convirtió en nuestro anfitrión esa noche. Noche que se convirtió en el preludio de una gran aventura donde compartimos una cena deliciosa; un momento de camaradería compartiendo risas y anécdotas y por qué no, también algunas bromas. Y por cierto, unas patatas fritas espectaculares.
Tras esta cena Sergio nos acogió en su casa como si fuera la “Sweet Home Alabama” de Lynyrd Skynyrd, donde la calidez y la hospitalidad fluyeron como los acordes de la guitarra eléctrica de este gran tema. Eso si, aunque compartí habitación y cama con mi hermana, nada de relaciones incestuosas como evoca la canción. Quedémonos solo con habernos sentido como en nuestra propia casa; estábamos en el lugar adecuado para comenzar este nuevo viaje. Y además, es una gran canción para arrancar la banda sonora de nuestro viaje fotográfico por Rumanía.
Viajando a Rumanía. Riesgo superado.
Un madrugón y al aeropuerto. Para unos podría ser algo normal, pero en la tradición de nuestros viajes es el momento más arriesgado. Recordemos al compañero Francisco que perdió el avión cuando viajamos a Balcanes, o el compañero Aldo que en Vietnam acabó deportado por un error en la documentación.
Pues en esta ocasión acabamos llegando todos al destino aunque no sin sustos y sobresaltos. Primero de todos el gran retraso que sufrimos casi todos; tanto aquellos que viajábamos desde Zaragoza con 2 horas de espera, o los compañeros de alicante con un retraso similar. Por no hablar de Marta que supero esto con creces… pero eso lo cuento luego.
Aun así, estos retrasos no fueron lo más significativo. Creo que esta primera gran anécdota se le puede asignar a Pablo a quien le retiraron el DNI en el control de seguridad. Menos mal que llevaba el pasaporte, porque sino quizás hubiéramos tenido a nuestra primera baja. Digamos que esta experiencia nos recordó en cierta medida la importancia de la paciencia y el pensamiento positivo. Y que mejor que para este momento que el tema don’t stop believin’ de Journey, canción cuyo mensaje es sobre el optimismo que un padre transmite a sus hijos cuando los ve desesperados y con ganas de abandonar lo que más les gusta. Y no pensábamos abandonar a nadie (en este viaje).
Cluj-Napoca. Primera parada en nuestro viaje fotográfico.
¡Lo conseguimos! Ya estamos todos en la primera parada de nuestro viaje fotográfico por Rumanía. En el aeropuerto nos juntamos todos menos Manu que el pobre había llegado horas antes y nos esperaría en el hotel… Pero no, nos falta Marta que viene en un vuelo algo más tardío. No pasa nada, ya nos alcanzará más adelante.
Y con confianza y tranquilidad de habernos juntado, hacemos check-in en el hotel y salimos a pasear por esta ciudad para empezar a conocerla y fotografiarla. Visita rápida, fotos a la primera Iglesia y de repente empieza a llover. Nos refugiamos rápidamente en un bar (como no), y empiezan a sonar todos nuestros móviles con una alerta meteorológica: “No salgáis, lluvias torrenciales…” Y de repente mensaje de Marta que su vuelo sigue sin poder despegar hacía el aeropuerto de Cluj. Aquí tenemos la explicación, no se puede volar porque por el temporal no podrá aterrizar. Una nueva candidata a perderse este viaje aunque finalmente consiguió llegar. Eso si, cuando ya todos estábamos terminado la cena horas después… muchas horas después.
Este momento me evoca muchas canciones con las que recordarlo. Desde Led Zeppelin con su tema “the rain song“, pasando por Bob Dylan con “a hard rain’s a-gonna fall“. Pero me quedo con una de mis grupos favoritos, Eurythmics y su canción here comes the rain again entre otros motivos por lo que cuenta de mezcla entre alegría y tristeza, esperanza y desesperación, luz y oscuridad… donde la lluvia representa el desánimo de un presente sombrío. Y no hay nada más claro que eso, empezar el viaje encerrados con una alerta genera cierto desánimo.
Segundo intento de fotografiar Cluj-Napoca. Día 2
El segundo día, cuando amanecimos, todos estábamos listos para otra jornada de exploración y fotografía por Cluj-Napoca. Esta vez si con la confianza de estar por fin todos en plenitud de condiciones.
Sobrevivir a una mala noche.
Pero no. El bueno de Luis”co” se encontraba luchando contra unas fuertes migrañas después de una noche compartida con los ronquidos estruendosos de mi primo Javi. Podemos relacionar este momento con la canción wake me up when september ends de Green Day. La canción habla de pasar por momentos difíciles y la necesidad de un respiro. En este caso, Luisco podría haber deseado que alguien le “despertara” cuando los ronquidos de Javi hubieran cesado. Aunque con humor y sin dramatizar, esta canción encaja bien con la situación y la necesidad de un poco de tranquilidad en medio de la aventura.
Como hacer una mudanza improvisada.
Pero no podíamos dejar aquí esta anécdota. Luisco intentó conseguir una habitación para el solo en esa segunda noche pero lamentablemente el hotel se encontraba completo. Por ello decidimos que para dejarle “sobrevivir” lo mejor sería que Javi se mudara a la habitación compartida con mi hermana. ¿Creéis que el hotel nos lo permitió? Pues ni siquiera preguntamos, así que realizamos un traslado improvisado llevándonos el colchón de su habitación cual delincuentes por los pasillos del hotel. Suena a una travesura inolvidable. ¡Y lo fue!
Para acompañar este divertido momento, creo que la canción Hotel California de Eagles encaja perfectamente. Aunque la canción trata sobre un hotel misterioso y enigmático, la idea de hacer cambios no autorizados en una habitación de hotel encaja con la atmósfera intrigante de la canción. La letra dice: “You can check out any time you like, but you can never leave,” lo que podría resonar de manera humorística con el plan de trasladar a Javi de habitación.
Por cierto, gracias Javi por portarte como un campeón y no hacer ni un ruido en toda la noche. El secreto debe estar en tirar el colchón al suelo.
De bares estilo Steam Punk.
He de decir en honor al motivo del viaje, que pudimos hacer fotos bastante interesantes en este día. Cluj-Napoca es un lugar precioso, pintoresco y donde disfrutamos enormemente esa parte fundamental de nuestro viaje. Y digo lo de pintoresco porque tras visitar un cementerio local, cosa que hicimos varias veces en el viaje, acabamos tomando unos potes en un bar de estilo Steam Punk. ¿No sabéis lo que es? Pues yo hasta ese momento tampoco. Pero he de decir que si tuviera dinero y ganas abría uno de ellos en mi ciudad. Y si en lugar de ser el inicio del viaje hubiera sido el último día, hubiera comprado algo de esa decoración; era impresionante.
Y lo reconozco, no tenía nada claro que tema poder relacionar con este momento. Pensé en el Mr. Roboto de Styx. o en Radioactive de Imagine Dragons porque por su ritmo y musicalidad me encajaba en la ambientación del bar. Pero la realidad es que en el fondo no era la elección adecuada. Así que he recurrido a una búsqueda por la internet profunda hasta encontrar el tema llamado “in the house of the inventor” que me parece perfecto. Clava la sensación que sentí dentro del bar, el título de la canción evoca la idea de un lugar único y creativo, lo que se alinea con la atmósfera del bar y su decoración inventiva y futurista. Y si unimos a esto el nombre del autor, Luis Humanoide, ya queda 100% clavado al recordar el robot que nos recibía a la entrada. Un descubrimiento para aumentar mi cultura musical.
Cluj-Napoca se reserva un conejo en la chistera.
Para terminar los momentos memorables de este primer día completo de fotografía por Rumanía, no puedo olvidarme del paseo nocturno. Además de realizar unas fotos más que interesantes (sobre todo las que hicieron mis compañeros), tuvimos otro de esos momentos que recordaremos. ¿Quién no se imagina a su vecino paseando por la calle con su mascota? Pues si esto te parece normal, que lo es, ¿qué opinas si te digo que la mascota es un conejo enorme? Pues te lo confirmo, eso lo vimos y no solo esto, sino que mi hermana se animó incluso a perder una mano al acariciarlo sin analizar el nivel de higiene y salubridad del mismo. @Pablo, le pegas tus malos vicios de acariciar bichos 🙂
Esta situación me lleva a incluir en esta banda sonora la canción White Rabbit de Jefferson Airplane. Aunque habla metafóricamente de caer en la madriguera del conejo blanco, la imagen de un conejo gigantesco en plena ciudad podría ser igual de surrealista y memorable. La valentía (o inconsciencia) de mi hermana al acariciar a semejante animal agrega un toque especial a mi memoria sobre nuestro viaje fotográfico por Rumanía
Juegos nocturnos
Antes decía que teníamos que terminaba los momentos en Cluj, pero que me equivocaba. Por la noche tuvimos un momento más. Un juego donde cada uno de nosotros escribíamos algo de nuestro pasado y que nadie conociera. Entre todos teníamos que adivinar a quien pertenecía dicha anécdota o hecho. Fue muy interesante y divertido. Descubrimos que entre nosotros teníamos a medallistas de judo por gracia del llanto, que alguno lleva el martillo de Thor en los pies, que hay un heroe que salva vidas en el grupo, un ladrón frustrado (reincidentemente frustrado), o quemaduras en el culo, además de melómanos y concertistas solistas de campanas. ¿Quién da más?
Este momento de compañerismo me lleva a la canción secrets de OneRepublic. Esta elección viene de compartir aspectos ocultos y revelar cosas desconocidas entre amigos. ¿No lo hace su melodía intrigante y su letra? La frase “tell me what you want to hear” resuena totalmente a la dinámica del juego, donde cada uno compartía algo sobre su pasado y los demás adivinábamos. Además la canción crea un ambiente de confesión y revelación, reflejando la diversidad de historias y secretos que surgieron durante la noche en Cluj-Napoca.
Visitar Sighisoara. Ciudad natal de Vlad Tepes, alias Drácula
Tras un par de días de arrancar nuestro viaje fotográfico por Rumanía y disfrutar de la preciosa Cluj-Napoca, nos toco madrugar e iniciar el traslado a Sighisoara. Un precioso pueblo medieval y conocido por ser el lugar de origen del mítico Vlad Tepes, Vlad el empalador, y el generador del mito de Drácula.
La primera tarea del día aun en el hotel de Cluj fue devolver “la cama” de Javi a su habitación y dar por terminada la aventura y travesura iniciada la noche anterior. Esta vez Luisco si consiguió habitación individual por lo que ya no repetimos travesuras. Fue ya un día donde Sergio puso en marcha su magia haciéndonos retratos tanto en la torre del reloj como en un mirador. Seguro que nos enamorarán. Tuvimos nuestro momento escaleras de casi todos los viajes para subir a la preciosa Iglesia de la Colina. Eso si, solo 176 peldaños en esta ocasión con unas bonitas historias detrás sobre las obligaciones de los novios en su ascensión hacia la ceremonia de boda. Más de uno fallaría la prueba voluntariamente para abandonar la ascensión 🙂
Enfrente de la Iglesia estaba también el cementerio Sajón que algunos de nuestros compañeros visitaron también por la noche. Me arrepiento de no haber ido. Como diría el amigo Juanqui, “lo siento, me he equivocado. No volverá a ocurrir”
¿Y qué canción podría inspirarme este día y su visita? Pues sinceramente he valorado varios: Por la relación con Vlad Tepes y su significado como el origen de Drácula pensé en Dragula de Rob Zombie. La canción tiene un tono oscuro y energético, que se vincula con la figura de Vlad Tepes y su conexión con Drácula. La canción tiene una energía intensa y un sonido que evoca el misterio y la historia de Drácula. Para el momento de los retratos que nos hizo Sergio por qué no incluir Paint my love de Michael learns to rock gracias a su atmósfera romántica y melódica unida a la letra de la canción hablando de la expresión artística y la creatividad.
¿Algo mejor que esto para describir a nuestro querido Sergio? Pues creo que si porque hay un tema que puede unificar ambos momentos: Bloodletting (the Vampire song) de Concrete Blonde. Tiene un toque oscuro que nos puede permitir asociarlo con Vlad Tepes, pero también una sensibilidad artística que puede relacionarse con el proceso de crear retratos que enamoran. La letra de la canción tiene referencias vampíricas que podrían añadir un toque misterioso y simbólico al conjunto de experiencias que mis compañeros pudieron disfrutar por la noche en el cementerio.
Seguimos nuestro viaje fotográfico por Rumanía en Biertan y Sibiu.
Sigamos adelante con nuestro viaje. En este nuevo día toca traslado por la mañana primero hacia Biertan, un pequeño pueblo con una Iglesia espectacular catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Momento de retos fotográficos.
Durante el trayecto introdujimos un reto fotográfico que tendría que ayudarnos a mejorar nuestra visión y habilidades fotográficas. Varios de nosotros asumimos dicho reto y aprovechamos todo el día para intentar conseguir una foto chula que cumpliera el objetivo. Seamos sinceros, todos los que lo cogimos consideramos que el nuestros era complejo. Pero también todos coincidimos nada más llegar a Biertan que el de Sergio era muy fácil: encontrar en el entorno cosas que recordaran a caras humanas. ¡TODOS LOS VEÍAMOS POR TODAS PARTES! Mi reto particular: conseguir a través de reflejos alterar la realidad de algún modo. La foto ejemplo con la que se me presentaba el reto era una persona caminando que por la presencia de un espejo parecía tener 4 piernas.
Estos retos me inspiran varias canciones. Desde el gran every breath you take de The Police donde la letra nos habla de vigilacincia constante y lo uno a ese reto de Sergio de encontrar caras humanas en el entorno, pasando por mirror in the bathroom de The English Beat por mi reto, ya que la letra hace referencia a mirarse en el espejo y esto era uno de mis planteamientos para lograr el reto, buscar espejos. Pero ya os adelanto que ninguna es la elegida, como tampoco me fue posible encontrar espejos en Biertan para superar el reto.
Por ello creo que la canción ganadora será eyes without a face de Billy Idol. La atmosfera intrigante de la canción que me evoca la idea de miradas y apariencias que me permite de nuevo fusionar esos dos retos: la idea de encontrar rostros en todas partes con la alteración de la realidad a través de reflejos.
La belleza de Sibiu
Dejamos Biertan atrás, Un paseo cercano a dos horas nos lleva hasta Sibiu, una nueva parada en nuestro viaje fotográfico por Rumanía, y creo que un destino que recordaré por dos cuestiones bien diferenciadas. La belleza de la ciudad, y el mal cuerpo que se me fue poniendo en ese trayecto entre estas dos grandes localidades. Creo que fue un golpe de calor lo que me pasó, mucho sol en Biertan y nada de gorra tapando mi preciosa y enorme cabeza.
Esta situación no me permitió disfrutar del todo esta gran ciudad, como tampoco le ocurrió a Luisco que aun arrastraba secuelas de sus migraña, y lamentablemente tampoco para Arantxa que tuvo un mal día y que además no se recuperó de ello en todo el viaje. Yo tuve más fortuna.
Pero vayamos al grano y recorramos juntos la ciudad. Arrancamos en su plaza principal, la Plaza Grande. Un espacio enorme y precioso. Junto a ella conseguí por fin mi reto fotográfico. Os sorprenderá pero lo conseguí gracias a un poste de publicidad que me generaba unos reflejos curiosos. Tras no se cuántas fotos, finalmente consegui esa alteración de la realidad. Y no fue poniendo dos cabezas o 4 piernas, sino transformando a un turista que fotografiaba la plaza, en una mujer que la abandonaba en sentido contrario. No es una gran foto, pero me sirve.
Paseamos más la ciudad descubriendo sitios maravillosos y donde no puedo más que dar la enhorabuena a Marta porque allí no solo logró su reto, sino una foto absolutamente extraordinaria consiguiendo en un “picado” una conjunción de situaciones, líneas y mucho más. En resumen, una composición sinceramente maravillosa y que tuvo su premio (como más adelante contaré).
No podemos olvidar la catedral ortodoxa. Un edificio que por fuera reconozco que no me llama la atención, pero la riqueza artística del interior es sencillamente una obra maestra en todos los puntos de la misma. Como diría Jesulín, IM-PRESIONANTE.
Tras ella los tres pacientes antes citados nos tuvimos que rendir y huir al hotel en taxi a descansar. Una lástima porque visto lo que hicieron los compañeros más adelante, nos perdimos unas calles y escenas dignas de recordar. Tendré sus fotos para ello, y una excusa para volver.
Y dicho todo esto, ¿qué canción podría asociar a esta ciudad y mis/nuestras vivencias? Complicada la elección pero creo que me voy a quedar con Unwell de Matchbox Twenty ya que la canción con su letra hablando de lidiar con salud mental y física me lleva a lo que sentí. Por un lado ese mal cuerpo y por otro lado el pelear (y perder) con mi cabeza al no haber podido volver a la ciudad ni por la noche como si consiguió Luisco. Al menos al día siguiente ya me encontré en perfectas condiciones de seguir con nuestro viaje fotográfico por Rumanía.
Transfagarasan: una carretera y unas vistas impresionantes.
Al día siguiente nos tocó la visita a uno de los puntos que creo más ganas le tenía: la carretera de Transfagarasan. Para quien no la conozca, se hizo internacionalmente famosa gracias al programa británico Top Gear donde Jeremy Clarkson gritó entusiasmado: “¡esta es la mejor carretera del mundo!” mientras derrapaba con su Aston Martin. No nos dejaron un Aston Martin, pero tuvimos una doble oportunidad de disfrutarla. Al subir a su cumbre lo hicimos en teleférico lo que nos permitió unas vistas aéreas de ella. Y al marcharnos, ya la disfrutamos desde el autobús en todo su esplendor. Habrá que volver para hacerla en un deportivo donde ganaremos en satisfacción.
En su cima a más de 2.000 metros pudimos disfrutar también del lago “glaciar” Balea, que nos permitió conseguir otras fotos bastante interesantes jugando con reflejos del agua, o con gente muy diversa paseando por el entorno; incluida una novia que estaba haciéndose su reportaje de boda allí mismo. Entrecomillo lo de glaciar porque agua hay, pero hielo nada de anda. Al menos en esta época del año y en un glaciar uno es lo que espera encontrarse.
Tuvimos la ocasión de comer también allí arriba en uno de los restaurantes y aunque la experiencia en un inicio pintaba mal por lo lento del servicio (muy lento), incluso nos vino bien porque mientras estábamos comiendo cayo un diluvio que nos pilló a cubierto. Buena fortuna la nuestra.
Eso si, me quedé con ganas de más; se anunciaban una serie de rutas de senderismo por la zona que pintaban más que interesantes. Otro motivo para volver.
Y todo esto me lleva a la elección de un nuevo tema. Si antes descarté un tema de Imagine Dragons, creo que es el momento de resarcirme y aprovecharme de ellos para este momento. Creo que on top of the world captura la sensación de estar en la cima de la carretera Transfagarasan, disfrutando de las vistas. Además, siendo como era uno de las paradas de nuestro viaje fotográfico por Rumanía que más me apetecía no puedo sino hacer mención a la estrofa “‘Cause I’m on top of the world, ‘ey I’m on top of the world, ‘ey Waiting on this for a while now Paying my dues to the dirt”. donde habla de la sensación de estar en la cima del mundo después de haber esperado mucho tiempo.
Una cena inesperada
Tras volver de Transfagarasan a Sibiu, nos llevamos una sorpresa más que agradable. Nos llevaron a cenar a un pequeño pueblecito a las afueras. Apenas 25 minutos de camino y nos dejaron en Sibiel. Creo que jamás había visto un lugar con tal densidad de puertas atractivas e interesantes para fotografiar. Una pena que por la calle apenas hubiera nadie. Pero aun así una amable lugareña nos invitó a entrar en el patio de su casa a conocerla y poder hacer fotos. Y para nuestra sorpresa, la cena era en la casa de unos lugareños. La mejor cena de todo el viaje.
Y como anécdota extraordinaria nos invitaron tanto a Marta como a mi a vestirnos con unos trajes tradicionales que nos dijeron que llevaban en la familia varias generaciones. No se aun porque me eligieron a mi, pero no puedo más que dar las gracias por el honor que me hicieron. Además este honor se aumentó con el de poder servir a nuestros compañeros los postres de la cena. Extraordinarios.
Este momento merece una canción a la altura de este momento. Y reconozco que no es fácil la elección. ¿Tiro por algo humorístico ya que ese momento de Marta y mio al aparecer ante nuestros compañeros saco risas entre todos ellos que agradecimos mucho? ¿O escojo algo emotivo por el honor que supuso llevar esos trajes y porque la señora de la casa nos hizo sentirnos como en casa? Se me han pasado por la cabeza temas como don’t worry, be happy de Bobby McFerrin ya que no romper el traje era complicado con mi humanidad y un cierto grado de preocupación tenía. Pero a a la vez estaba muy feliz de llevarlo. También he pensado en lean on me de Bill Withers por la confianza y apoyo mutuo con Marta al servir a nuestros compañeros. ¿Por qué no Home de Michael Bublé? A fin de cuentas nos sentimos como en casa toda la noche.
Pero me inclino por un gran clásico, what a wonderful world popularizado por Louis Armstrong. Pero el cuerpo me pide una versión diferente y tras valorar varias, me quedo con la de Israel “IZ” Kamakawiwoʻole. El motivo, el ser una versión con un toque único gracias al sonido relajado del ukulele. Y la verdad, porque si nos hubieramos cenado todo lo que nos pusieron, habríamos salido del mismo tamaño que este artista tenía; llegó a pesar 340 Kg.
El castillo de Bran: ¿el castillo de Drácula?
La siguiente parada de nuestro viaje fotográfico por Rumanía nos llevó a visitar el castillo de Bran, que se ha identificado como el castillo de Drácula. Es una visita obligada si estás en Transilvania. Y la verdad sea dicha, el sitio es muy atractivo pero la mitología está muy mal implantada; se cargan gran parte del atractivo al exagerar la ambientación en algunos aspectos con muy mal gusto. ¿Qué pinta una figura con una máscara de Scream? ¿En qué momento se puede relacionar esto? Vamos, que sitio bonito pero en algún aspecto un parque de atracciones de mal gusto.
Si a este concepto exagerado se une que dentro nos encontrásemos personajes/turistas yankees con aspecto totalmente estereotipado, pues aun se acrecienta esa sensación de parque temático. Y lo digo por ver varios oriundos de texas con su gorro vaquero, camisetas con la apología de las armas, etc.
He de decir que en el viaje se llevaban varios días anunciando que al final del mismo habría unos premios fotográficos, los premios Rober Incluido, a las mejores fotos. Pero hasta este día no se habían anunciado las categorías. En el trayecto al castillo nos las anunciaron y todos nos volcamos ya en conseguir obras que presentar a cada una de las categorías. En especial la del retrato a mi me motivo mucho y tiré fotos a toooooda la gente que vi. ¿Motivado? Si. Pero qué cantidad de fotos basura salieron de ahí. Aunque también una de mis fotos favoritas del viaje la conseguí en este entorno.
Unamos a este día un nuevo reto fotográfico. El mío, conseguir algo artístico relacionado con un paso de cebra. Pues ya me dirás tú donde puñetas encuentro un paso de cebra en un castillo. Algo se consiguió al salir de él y buscar un sitio donde comer.
Y dicho todo esto, toca la canción que me inspira este día. Si mezclamos Dracula y su vampirismo, con la máscara de Scream que por ahí pululaba, ¿por qué no incluir ya el mundo Zombie? Pues claro que si, la elección tenía que ser el Thriller de Michael Jackson. A ver quien se atreve a decir que no pega. 😉
Brasov. Mi parada favorita del viaje fotográfico por Rumanía.
Tras el castillo de Bran, cogimos carretera hacia Brasov. Otra ciudad muy atractiva y no se por qué, la que a mi más en atrajo de entre las ciudades visitadas. Seguramente el no haber disfrutado Sibiu podría ser la razón, porque a mis compañeros les atrajo más. Pero sea por lo que sea, una ciudad que me interesó bastante.
Y dicho esto, creo que fotográficamente perdimos muchas oportunidades de sacarle rendimiento. La parte más turística del viaje en esta ocasión creo que jugó en nuestra contra y visitamos la Iglesia Negra en un momento inadecuado perdiendo muy buenos momentos de luz para fotografiar en la calle. Lo mismo nos ocurrió al quedar ya más tarde para ir a cenar, donde la hora elegida y un paseo excesivo para que nos enseñaran otros puntos de la ciudad, nos quitaron los momentos del anochecer. Puntos a mejorar en siguientes viajes donde tenemos que cuadrar los mejores momentos para fotografiar, con tener ese tiempo para hacerlo.
Espero que esta pequeña crítica no moleste a mi buen amigo Sergio. Pero esta sensación que me quedó este día me lleva a pensar en la canción lost stars de Adam Levine. Esta canción, que forma parte de la banda sonora de la película Begin again, habla sobre encontrar el significado en las experiencias, incluso cuando se enfrenta a desafíos. La escojo por esa sensación de haber apreciado Brasov a pesar de las oportunidades perdidas. Aunque comparto la versión de la misma película cantada por Keira Knightley, su actriz protagonista.
Una ducha improvisada
Brasov me encantó y sin duda nos deparó la anécdota más destacada del viaje. Una lástima que nadie hayamos tomado fotos del momento, pero estoy convencido que aunque pasen los años todos la recordaremos y sin haberlo documentado, lo tendremos grabado en nuestro cerebro.
Mientras cenábamos un camarero sin querer tiró un tazón de sopa encima de nuestro tour lider Sergio. Le bañó entero. La sopa se introdujo por toda su ropa y alcanzó incluso la mochila de la cámara. Afortunadamente esta no se dañó, y precisamente por esto lo recordaremos siempre. Él sobre todo lo tendrá grabado, ya que ni recuerdo el tiempo que estuvo en el baño intentando quitarse los restos y el olor que le dejó.
Gracias Sergio por colaborar a nuestra diversión. Sin duda todos estuvimos riendo y felices por lo que happy de Pharrell Williams es una buena elección. ¿No opinas lo mismo?
Una noche de bolos
Y para terminar una noche feliz, varios de nosotros nos fuimos a tomar algo a jugar a los bolos. Pablo llegó a su cima como deportista de élite y yo, para ser mi primera vez, dejé a dos rivales a mi zaga. En resumen, ambos deberíamos ser All Star. Vale, este tema de Smash Mouth no va de deporte, pero ese título nos define perfectamente.
Ronda de castillos a fotografiar:
Cantacuzino o la academia de Wednesday
Vamos poco a poco llegando al final de nuestro viaje fotográfico por Rumanía. Esta mañana nos tocaba disfrutar del castillo de Peles pero previo a esta visita, nos acercaron al castillo de Cantacuzino que en este último año se ha hecho muy famoso por ser el escenario de la academia Nevermore en la serie de Netflix Wednesday. Eso si, de la serie aparecen los jardines porque al castillo no les permitieron entrar a rodar, y además alteraron completamente su diseño por CGI.
Y lamentablemente han tuneado tanto los jardines con detalles de la serie y frikadas varias que al menos para mi le quitan mucho de su encanto. Al menos lo que es el interior del castillo es realmente digno de ver. Y las vistas que hay de los Cárpatos, son una auténtico placer visual. Leyendo por internet dicen que hay una excursión cerca para subir a alguna de esas montañas. Otra cosa apuntada para el futuro.
El tema que acompañará este momento no puede ser otro que Goo Goo Muck de The Cramps. Para quien no lo conozca, es el tema que suena en la propia serie en una escena que se ha hecho bastante viral. Aquí la tenéis:
Fotografiando el castillo de Peles
Apenas a 10 minutos de Cantacuzino está el conocidísimo castillo de Peles. Llegamos con un día precioso lleno de luz que nos permitió fotografiarlo de una manera muy tradicional. Pero a la salida de la visita y a pesar de seguir un muy buen tiempo, el cielo nos proveyó de unas nubes y luces especiales que vistieron nuestras fotos de un dramatismo que no hubiéramos esperado. Gracias a ello seguramente Pablo consiguió su premio a la foto de paisaje. Lástima no haber presentado yo una que tenía similar; dudé y me incliné por una más sencilla del lago Balea.
Pero si valoramos el castillo en si mismo hay que decir que su decoración interior impacta. Los artesonados del techo son preciosos. Su sala de armas impresiona con la colección que allí se muestra. Hay arte por todas partes… lo dicho, una maravilla que hace justicia a su fama.
Y claro, con todo esto toca buscar una canción. Pero se me hace complicado escoger porque a pesar de todo lo comentado, mi imagen que perdura de esta visita es haber visto como un turista que no era de nuestro grupo, se paseaba haciendo fotos con 2 cámaras reflex al hombro y 4 objetivos enormes que llevaba en unas fundas a la cintura a modo de cartuchera. Sacaba y cambiaba los mismos como un foragido del salvaje oeste desenfundaba ante los duelos al sol que tantas veces hemos visto en películas. Por ello me voy a quedar con Outaw Pete de mi admirado Springsteen. Alguno pensaréis que una elección forzada y seguro que tenéis razón, pero ¿realmente pensabais que no incluiría ningún tema de “The Boss”?
Bucarest. El final del viaje fotográfico por Rumanía
Pues si, nuestro último día y medio lo pasamos en la capital del país: Bucarest. Una ciudad que como Sergio nos había anunciado previamente no es atractiva en el sentido clásico que demanda cualquier turista. Pero para perfiles como Rober es un caramelo fotográfico. Y por ello le teníamos muchas ganas. Ganas que en algún momento generaron algo de tensión con Rodica, nuestra guía local, que tal vez nos quería tener demasiado controlados, y nosotros realmente queríamos escaparnos a disfrutar de sus calles y de su gente.
La primera noche fotográfica y gastronómica por Bucarest
Tras el check in en el hotel al que llegamos algo más tarde de lo que hubieramos querido por un atasco en la entrada de la ciudad, tocaba organizar la logística para acudir al restaurante donde cenar. Algunos de nosotros conseguimos ir por nuestra cuenta y así poder empezar a realizar esas fotos por la capital rumana. Otros miembros se nos unirían a la puerta del restaurante.
Este breve paseo fue tan solo un aperitivo de lo que esperábamos fuera el siguiente día completo. Pero este aperitivo ya nos dejó ver las posibilidades para realizar eso que llamamos foto de calle: una mezcla única de opulencia y decadencia tanto en la arquitectura como por qué no decirlo, en sus gentes.
De este paseo surgieron algunas grandes fotos. Mi hermana logró aquí realizar la que posteriormente se consideraría la mejor foto urbana de todos los asistentes. Totalmente merecida.
Aun así, lo que seguramente recordaremos fue el restaurante en el que cenamos. Si existe el estereotipo de sitio para turistas, ese es el restaurante en el que terminamos. Mucho show, música dentro de él, ruido infernal y la imposibilidad de mantener una conversación fluida con los compañeros de mesa.. Eso si, al terminar de cenar volvimos al hotel y en este paseo la práctica totalidad de los compañeros decidieron venirse andando y así poder disfrutar de las calles de esta ciudad. Esto me lleva a la canción elegida para este momento: Walking in my shoes de Depeche Mode.
Visita al parlamento de Bucarest. La casa del pueblo.
Nuestro último día nos permitió no madrugar demasiado. El plan del día era arrancar con una visita a la sede del Parlamento. Un auténtico palacio cuya visita en un inicio seguramente nos sorprendió por ese lujo exagerado por todas partes, y que la guía reconoció en varias ocasiones que cuesta una auténtica fortuna mantener. Imaginad si es exagerado que es el segundo edificio administrativo más grande del mundo solo superado por el Pentagono. Nuestra visita se alargó mucho, más de 2 horas y media desde que entramos, y nos dijeron que apenas habíamos visto el 6% de su extensión. Una exageración. Y más para algunos de nosotros que consideramos que habíamos sacrificado tiempo para el objetivo principal de nuestro viaje: la fotografía. Y sumemos a esto que tras la visita, tuvimos un paseo en bus de casi una hora por el centro de la ciudad. Perfecto para haberlo realizado a pie.
Quizás por esto mi elección de canción en este momento sea Wasting time de Jack Johnson.
Una tarde de fotos y conflictos
Tras esta poco fotográfica mañana fuimos a comer y tras ella el plan de poder hacer fotografía como locos. Esta ansiedad nos llevó a una separación del grupo en 2 bloques. Por un lado los que desde el primer momento se marcharon a hacer fotos, y por otro los que decidieron primero parar a realizar alguna compra. A fin de cuentas, también somos turistas y en todo el viaje no habíamos parado a comprar nada. Tal vez esto generó un poco de mal rollo en el grupo pero que duró poco. Y ya a media tarde estaba todo superado y todos pudimos disfrutar de esa fotografía callejera que tanto deseábamos hacer.
Eso si, la tarde no estuvo exenta de sustos porque a Susi la perdimos en dos ocasiones. Primero en esa misma tarde y posteriormente en la noche al volver del restaurante. Sustos que afortunadamente se solucionaron rápido y no fueron a más, aunque mi “hermano” Vicente si se llevó un susto.
Quiero incluir aquí una canción optimista porque realmente aunque fue un día algo raro, hay que concluir que nos queremos. Y por ello que mejor que el tema cachitos de amor de Luitingo (parte de la banda sonora de Operación Camarón). Esas frases “que nada nos separe aunque nos lleguen contratiempos” creo que define perfectamente este cariño que nos tenemos.
El final de nuestro viaje fotográfico por Rumanía
Y si, llegamos ya al final de nuestro viaje. Tras una cena de un restaurante de decoración fabulosa, pero de nuevo con un nivel de ruido que hacía casi imposible mantener una conversaión, nos volvimos al hotel donde teníamos reservada una sala para nuestra gala de despedida y la entrega de premios fotográficos.
Premios Rober Incluido
Tras varios días de fotos tocaba el momento de la entrega de premios. Varias las categorías y aun no entiendo como no las gané todas. De hecho, no gané ninguna y me tuve que contentar con una mención de honor. Menos es nada aunque sospecho que hubo sobornos a los jueces 🙂
Creo que fue una gala inmejorable y muy digna de esta la primera edición de los premios. En las siguientes me acordaré de ahorrar algo para ir dejando incentivos en ese jurado influenciable 😉
Creo que para estos premios una buena elección de canción sería the winner takes it all de ABBA, pero me voy a quedar con la versión de Cher. Aunque la verdad no hubo un único ganador y todo resulto extrañamente repartido.
Recuerdo para los ausentes.
Tras los premios y los agradecimientos de los sobornadores, perdón, de los ganadores, el final del viaje llegó como el final del verano que cantaba el dúo dinámico.
Quiero por ello cerrar el viaje con la emotiva canción Adiós de Diana Navarro. Un tributo a aquellos que, por diversas razones, no pudieron estar presentes en esta aventura fotográfica por Rumanía y que confío sirva como homenaje a los ausentes, con la esperanza de reunirnos nuevamente en futuras aventuras. En especial no puedo dejar de acordarme de Ángela que nos había acompañado desde el primero de todos. Pero no fue la única. Recuerdo a nuestro apasionado Walter, o a mi némesis Paulette, y a tantos otros que no han podido sumarse a este. Espero verlos de nuevo en siguientes aventuras. Si en este hemos recuperado a Manu y Arturo, porque no contar con ellos en los siguientes.
Esperando nuestro próximo viaje.
Pero como no puedo terminar un viaje con un tema tan triste y melancólico, quiero hacerlo con la expectativa de lo que vendrá que canta Zaz. Sergio, ¿a dónde nos llevarás el año que viene? Estamos deseosos de conocer este nuevo destino que seguro nos enamorará.
Y no solo eso, sino agradeceros a todos los que me permitís acompañaros y como ya he dicho en algúna ocasión más, sois familia. Por ello os dedico The wonder of you del rey Elvis
Resumen de la BSO de nuestro viaje fotográfico por Rumanía
Como recapitular toda la banda sonora a través de cada párrafo puede ser complicado, aquí os dejo el listado de canciones que creo resumen muy bien lo que ha sido este maravilloso viaje fotográfico por Rumanía.
- Sweet Home Alabama (Lynyrd Skynyrd)
- Don’t stop Believin’ (Journey)
- Here comes the rain again (Eurythmics)
- Wake me up when september ends (Green Day)
- Hotel California (Eagles)
- In the house of the inventor (Luis Humanoide)
- White Rabbit (Jefferson Airplane)
- Secrets (One Republic)
- Bloodletting – the Vampire song (Concrete Blonde)
- Eyes without a face (Billy Idol)
- Unwell (Matchbox Twenty)
- On top of the world (Imagine Dragons)
- What a wonderful world (Israel “IZ” Kamakawiwoʻole)
- Thriller (Michael Jackson)
- Lost stars (Keira Knightley)
- Happy (Pharrell Williams)
- All Star (Smash Mouth)
- Goo Goo Muck (The Cramps)
- Outlaw Pete (Bruce Springsteen)
- Walking in my shoes (Depeche Mode)
- Wasting time (Jack Johnson)
- Cachitos de amor (Luitingo)
- The winner takes it all (Cher)
- Adiós (Diana Navarro)
- Que vendrá (Zaz)
- The wonder of you (Elvis Prestley)
Confío que este resumen musical de nuestro viaje fotográfico por Rumanía haya gustado a mis compañeros de viaje y aventuras. Y si no les ha gustado, pues ya mejoraremos el resumen en nuestro próximo destino. Nos vemos el año que viene.
PD: La foto que encabeza el post está realizada por Sergio de nadaincluido.com
1 Comentario. Dejar nuevo
Gracias, Alberto, por haber confiado en nosotros desde el primer viaje y seguir haciéndolo. Y gracias por estos maravillosos artículos musicales que funcionan además de diario. Me alegra ver que has disfrutado tanto de la aventura y no dudes de que soy el primer consciente de las cosas mejorables que, espero, conseguiré solucionarlas en próximas andanzas. Lo de que ganes un Rober Incluido ya no sé si te lo puedo garantizar, aunque nivel no te falta 😘